Según un estudio de International Data Corporation (IDC), el impacto de la COVID-19 provocará una importante desaceleración del gasto en tecnología. La previsión es que la tasa de crecimiento de gasto en TIC (tecnologías de la información y comunicación) se reduzca del 1,9% al 0,9%. Sin embargo, no todo el sector va a verse afectado. Desde IDC prevén que algunas áreas, como los servicios en la nube o los servicios de seguridad, incrementen su gasto. Por tanto, la tecnología permite combatir el impacto de la pandemia en las empresas e impulsar sus oportunidades de negocio.
Las empresas españolas aún tienen camino por recorrer. Ante la actual situación de incertidumbre deben encarar de forma sólida y práctica los retos de un futuro complejo. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el 78,16% de las empresas con más de diez empleados dispone de página web y conexión a internet. En el caso de servicios que ayudan a generar negocio los porcentajes se reducen. Por ejemplo, servicios como el e-commerce alcanza un 20,36% o los medios sociales un 52,94%. En este último caso, es interesante observar cómo la cifra de empresas que cuentan con medios sociales para difundir la actividad de su empresa y relacionarse con sus clientes se ha incrementado desde el año 2016, aunque si nos fijamos en el dato la realidad es que sólo la mitad de las empresas españolas incorporan el social media como parte de su estrategia digital.
La inversión en digital no resolverá todos los retos a los que se enfrentan las empresas. Sin embargo, permitirá una mejor gestión interna y una mayor capacidad de llegada a potenciales clientes.
La necesidad de digitalizar
La tecnología y la digitalización de los negocios serán clave para aumentar la productividad, la rentabilidad y las ventas. Hablamos de la digitalización de procesos y recursos con ERP (sistemas de planificación de recursos empresariales), la gestión de los clientes con programas de CRM, el uso de software de contabilidad y facturación, las plataformas de almacenamiento en la nube, activos como webs o e-commerce o herramientas digitales para la comunicación, tanto interna como externa, son decisivos en tiempos como los que estamos viviendo.
La inversión en digital no resolverá todos los retos a los que se enfrentan las empresas. Sin embargo, permitirá una mejor gestión interna y una mayor capacidad de llegada a potenciales clientes. ¿Cómo? Con estrategias que combinen canales de branding y plataformas de venta (webs, e-commerces), herramientas para una relación eficaz y duradera con clientes (medios sociales), un posicionamiento orgánico que sitúe a la empresa en primeros resultados, campañas de captación segmentadas por buyer persona o un análisis constante de la data que dejan los usuarios. Y, englobando todos estos aspectos, trabajar, en definitiva, por mejorar la experiencia de los clientes.
Ana Matellanes | Digital Project Manager