La pandemia originada por la COVID-19 ha provocado que la mayor parte de los sectores hayan sufrido cambios notables en el desempeño de sus actividades. Como no podría ser de otra manera, de igual modo la industria del real estate también se ha visto afectada. En este sentido, hemos sido conscientes de cómo ha evolucionado el modo en el que vivimos, así como la forma de trabajar que las diferentes compañías se han visto obligadas a implantar, aspecto que ha provocado cambios estructurales en el mercado inmobiliario.
Actualmente, el sector inmobiliario se enfrenta a una serie de retos que se reflejarán en los próximos años en el ámbito de la vivienda. Por ejemplo, nos estamos refiriendo al desarrollo del modelo built to rent para fomentar el mercado de alquiler, con edificios creados en exclusiva para ser alquilados. Además, tras un largo periodo de confinamientos e incontables horas sin poder salir de casa, los propietarios demandan en sus viviendas ciertos requisitos más ajustados a sus necesidades, como un jardín, patio, luz natural, dos baños, terraza o un espacio para teletrabajar cómodamente, entre otros…
Por otro lado, cabe señalar otro foco importante de cambios en el mercado inmobiliario, nos estamos refiriendo al modelo de oficinas. Cada vez son más las compañías que se desprenden de sus activos por el importante gasto de mantenimiento que suponen, teniendo en cuenta que una gran parte de la población sigue teletrabajando. Por ello, se está implantando un modelo de oficinas “flex” con espacios flexibles y eficientes, similares a los hoteles que ofrecen todos los servicios necesarios para una empresa.
Todas estas novedades, consecuencias muchas ellas de la pandemia, han provocado que el sector del real estate haya tenido que adaptarse a un escenario distinto con nuevas expectativas y, por supuesto, comunicar todas estas tendencias ha sido un verdadero reto.
En este contexto, la comunicación en el sector inmobiliario ha adoptado las mismas vías que otros ámbitos del periodismo, es decir, esta industria también ha tenido que optar por encontrar un nuevo enfoque de comunicación y adoptar nuevas plataformas online y herramientas en las que difundir sus mensajes.
Virtualización de la comunicación
Desde el comienzo del estado de alarma, cualquier comunicación entre periodistas y empresas del sector inmobiliario se ha realizado a través de videoconferencias. Este formato ha sido la estrella del confinamiento y se sigue manteniendo un año después. No obstante, ya están comenzando a darse los primeros encuentros con los periodistas de forma presencial, cuidando todos los detalles, como espacios amplios, manteniendo la distancia de seguridad y con la mascarilla durante todo el encuentro. Por su parte, las ruedas de prensa también se han desarrollado de forma telemática durante los últimos meses, obteniendo una elevada convocatoria por parte de los medios, a pesar de prescindir del valor que aporta la cercanía de la presencialidad. Sin duda, el formato digital brinda algunas ventajas que no ofrecen los eventos presenciales, entre otros, por ejemplo, el ahorro de tiempo dedicado a los desplazamientos, lo que conlleva un margen extra entre una entrevista y otra. Ganamos rapidez, inmediatez, y una mayor efectividad en las gestiones.
Es importante señalar otro aspecto clave dentro de cualquier compañía, como son los propios perfiles en redes sociales, páginas web, blogs o canales online. Estas herramientas proporcionan de primera mano la identidad de una empresa y hay que tener en cuenta la importancia de cuidar estos canales, tanto como las intervenciones en cualquier medio de comunicación, ya que los seguidores de estas cuentas son espectadores 24 horas de cualquier contenido que publiquemos.
Por último, cabe destacar que las empresas del sector inmobiliario han sabido adaptarse a la nueva realidad tras el estallido de la pandemia. La comunicación se ha constituido como un factor protagonista en la toma de decisiones a nivel global. Una comunicación sencilla, cercana, transparente, veraz, contrastada, inmediata y con sentido es lo que los stakeholders de las compañías inmobiliarias necesitan en tiempos de máxima incertidumbre como los que hemos vivido. Aunque, por supuesto, todos estos requisitos son extrapolables a cualquier empresa de otro sector.
Así, ha quedado demostrado que la comunicación desempeña y seguirá jugando un papel fundamental dentro de la estrategia de cualquier entidad o empresa de la industria de real estate y, sin lugar a dudas, será imprescindible para diferenciarse de la competencia.