¿Cómo puede la creatividad optimizar la comunicación financiera?

Cómo se ha potenciado la comunicación financiera

¿Es posible unificar el mundo creativo y el mundo financiero en la misma ecuación? Podríamos pensar que se trata de universos antagónicos: uno dominado por las artes, otro por los números. Sin embargo, les une lo más importante: la comunicación.

La creatividad surge como necesidad de expresar al mundo nuestra visión; de comunicarnos de una forma diferente, única y que nos represente. Y eso, es un denominador común en todos los ámbitos; personal y empresarial.

Si algo hemos aprendido tras este último año es la importancia de poder comunicarnos -mediante un gesto, un aplauso, un dibujo, una llamada de teléfono o una videoconferencia-; hemos aprendido a ser creativos. Y el sector financiero también.

La comunicación financiera lleva años potenciando nuevas fórmulas para hacer accesible, fácil y sobre todo entendible, el papel activo que juegan en la sociedad, qué hacen por cada uno de nosotros, cómo pueden ayudarnos y cómo concienciar de la importancia de adquirir un adecuado nivel de cultura financiera en España para las diferentes etapas de la vida. Bajo esa premisa, la creatividad es clave en la mejora de la educación financiera del gran público minorista.

Siguiendo esa línea de desarrollo, los ciudadanos no necesitan hacer un máster en finanzas; sin embargo, sí les faltan conocimientos que serán de gran utilidad en su día a día para que, por ejemplo, la inflación no devore sus ahorros o poder contratar o negociar una hipoteca en las mejores condiciones.

En este punto, las agencias de comunicación, el periodismo económico, entidades, gestoras y todo el universo financiero deben -y tienen la obligación- de contribuir en el proceso de aprendizaje de la sociedad. Desde dentro debemos esforzarnos por compartir el conocimiento y hacerlo de la manera más pedagógica posible, y eso pasa por desarrollar fórmulas creativas que sirvan para simplificar conceptos. Y aquí, mientras más creativos, cercanos a nuestro público y a sus necesidades seamos, más fácil resultará para los ciudadanos; ya sean lectores, oyentes o clientes de una entidad financiera.

Hacer fácil lo complejo

Por ejemplo, cuando hablamos del concepto de riesgo-rentabilidad en la toma de decisiones podemos explicarlo de forma accesible, como si condujésemos un coche. Si conducimos más rápido, llegamos antes (mayor rentabilidad) pero también tenemos más posibilidades de sufrir un accidente (mayor riesgo) y viceversa, si conduces más tranquilo llegarás más tarde pero de forma más segura (menor rentabilidad pero mayor seguridad).

También podemos valernos de infografías, ya que se sabe que los recursos visuales siempre facilitan la comprensión. De hecho, el 90 % de la información transmitida al cerebro es visual y las imágenes se procesan 60.000 veces más rápido que el texto.

Asimismo, también podemos trasladar conceptos complejos pero relevantes acercándonos al ámbito de interés que conoce el ciudadano, que domina o que le resulta más fácil procesar, como ocurre al lanzarte esta pregunta: ¿Qué pueden tener en común los índices bursátiles y las carreras de caballos? A priori, puede parecer que nada, sin embargo, esta analogía replica la premisa anterior: hacer fácil lo complejo.

Imaginemos una carrera de caballos (es algo accesible e imaginable por cualquier ciudadano). Podemos apostar por el caballo ganador aunque sabemos que es algo difícil de acertar y nuestras posibilidades son pocas. Ahora bien, imaginemos que podemos apostar por el resultado del caballo medio, es decir aquel que representa el tiempo promedio de todos los caballos, y por con ende hace que nuestras probabilidades de ganar aumenten. ¿Y si os decimos que con este ejemplo acabamos de explicar qué hace un ETF (fondos indexados)?.  Un ETF no apuesta por el caballo ganador, apuesta por el resultado medio de todos los caballos y esto le permite mejorar la rentabilidad respecto a un índice, así de fácil.

Este es solo un ejemplo, pero usando la creatividad podemos replicarlo con otros muchos conceptos financieros: podemos hablar de las 4 cosas que comparten el golf y la bolsa o explicar el mercado de futuros hablando de agua o de productos agrícolas; el límite lo ponemos nosotros y nuestra capacidad de crear.

Y es que gracias a la forma en la que comunicamos todos los actores del sector, hacemos posible el crecimiento de la cultura financiera. Y gracias a la creatividad explicamos términos complejos de una manera sencilla contribuyendo así a mejorar la nota de esta asignatura pendiente para la sociedad española.

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