¿Pensando en ingresar al metaverso?

Silvia Leal
Consejera y experta en inno-liderazgo y transformación digital. Doctora en Sociología, Asesora de la Comisión Europea en competencias digitales, liderazgo y emprendimiento, Directora del Programa en Dirección TIC & Innovación Digital de IE Business School y miembro del Consejo Asesor de Evercom.

Este artículo está dirigido a quienes se están planteando ingresar al metaverso, pero desean hacerlo con todas las garantías posibles. Estos fracasos pueden salir muy caros y, por desgracia, ya son muchas las compañías que no están logrando los resultados que esperaban. Y es lógico porque, como suele suceder, la inversión en tecnología es imprescindible, pero no suficiente.¿Es el momento de invertir en el metaverso? ¿Nos sumamos a los early adopters? ¿O mejor esperamos un poco y así evitamos los riesgos del principiante? ¿Para qué lanzarse ahora, cuando esto no ha hecho más que empezar?

 

Que no te den gato por «metaverso»

Ya lo dice el refrán, “a río revuelto ganancia, de pescadores”, y las aguas de los universos virtuales andan muy revueltas. Esto ha provocado que muchos anuncien el lanzamiento de nuevos metaversos que ni lo son ni se parecen.

El problema está en que estas iniciativas defraudan enormemente a quienes acceden a ellos con unas expectativas muy altas. Tras experiencias así no entienden en qué se basa tanto revuelo ni por qué los analistas coinciden en augurar unas expectativas de negocio millonarias.

Por esa razón es importante recordar que para que un mundo virtual pueda considerarse metaverso tendrán que cumplirse tres condiciones:

Si estas tres características no se dan, podríamos estar frente a una experiencia gamificada o quizás frente a un videojuego social. Lo que no será, sin lugar a dudas, es un metaverso.

metaverso espacio virtual evercom

Fuera excusas, el momento es ahora

El metaverso no es nuevo. De hecho, Second Life fue el primero de la historia y ya tiene a sus espaldas casi dos décadas de trayectoria. Lo que sucede es que es ahora cuando está en su momento de democratización. Es cierto que aún hay muchas incógnitas que se tendrán que despejar: ¿Cuál será el ganador? ¿Estarán comunicados entre sí? ¿Entraremos a uno o a muchos? Sin embargo, también lo es que sus oportunidades de negocio son enormes y el riesgo de quedarse atrás podría salirnos muy caro.

De acuerdo al informe Value Creation in the Metaverse de la consultora McKinsey & Company, el valor del metaverso podría alcanzar los 5 trillones de euros para el año 2030. No obstante, no habrá que esperar tanto para poder rentabilizarlo. A modo de ejemplo, recordamos que Bloomberg estima que el metaverso ya tiene un valor de 500.000 millones de euros, cifra que podría superar los 800.000 en tan solo dos años. Ahora, si lo pensamos bien: ¿cuántos negocios conoces con esas expectativas de crecimiento?

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Lo importante no es el terreno, es la experiencia

Desde que el metaverso se puso de moda, han sido muchos los que han invertido cantidades increíbles de dinero en este nuevo “mercado inmobiliario” bajo el claro objetivo de asegurar para su organización el mejor “escaparate” posible. A modo de ejemplo encontramos el caso de Decentraland, donde se venden parcelas virtuales (espacios de 16×16 metros) a “precio de oro”. Allí ya se han vendido terrenos por más de 3,5 millones de dólares.

Sin embargo, ¿garantiza esto el tráfico de posibles clientes? Lo cierto es que no, y lo demuestra con claridad la trayectoria de Second Life. Esta plataforma empezó con mucha fuerza hasta que en 2008 vio cómo era abandonada por sus residentes. ¿Por qué?  Porque allí no había nada que hacer, y lo poco que se ofrecía no merecía la pena.

Por todo ello, si anhelas ingresar al metaverso, pregúntate: ¿Qué razones darás para entrar a interactuar con tu marca en ese nuevo canal? ¿Tienes clara y controlada la experiencia que ofrecerás a tu cliente? Es más, ¿está a la altura de la que le ofreces en “la vida real”?

En pocas palabras, los nuevos mundos virtuales llegan, como sucede siempre, tanto con ángeles como con demonios. Los retos son enormes pero las oportunidades, también. Seguro que con estos tres consejos el “viaje” te resultará mucho más fácil.

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