Quizás no nos hemos dado cuenta, pero la comunicación ha cambiado más en los últimos diez años que a lo largo del último siglo. La popularización de internet, la irrupción de las redes sociales y la utilización masiva de los smartphones ha terminado acelerando el declive de la prensa de papel.
La desaparición de numerosas revistas, la conversión de las publicaciones semanales en mensuales y el aumento de las plantillas de las ediciones digitales en detrimento de las redacciones de toda la vida son algunas de las consecuencias más visibles de estos cambios.
La necesidad de la inmediatez, y la posibilidad de conseguirla con la popularización de las nuevas tecnologías ha propiciado que para informarnos elijamos conectarnos a internet en el móvil antes que ir a comprar el periódico a la tienda de la esquina.
La prensa digital tiene más lectores, pero la prensa de papel genera más credibilidad
Pese a que aún quedamos muchos románticos a los que nos encanta acudir al quiosco y comprar nuestro ejemplar diario para sentir el tacto del papel y visualizar una portada llamativa (lo mismo ocurre con los libros), la realidad es que una parte importante de la población se informa a través del teléfono móvil, y por ende, mediante las páginas web o las redes sociales de los principales diarios. Lo mismo ocurre con la lectura y la irrupción de los ebooks.
No obstante, los lectores dan mayor credibilidad a la prensa de papel que a los medios digitales. Así lo afirma una encuesta elaborada por GAD 3 para la Fundación Axa y el foro independiente Periodismo 2030 para el foro de debate sobre el futuro del periodismo.
El informe arroja datos interesantes. Un 44,3% de los consumidores de información a diario afirma hacerlo a través de periódicos digitales; el 9,7% asegura hacerlo dos o tres veces por semana. Frente a esto, apenas un 14% lo hace todos los días en periódicos de papel; un punto más – un 15% – lo hace dos o tres veces a la semana y, por último, casi un 30% lee prensa de papel de forma esporádica; mientras que un 23% de los encuestados dice no utilizarla nunca.
La credibilidad, muy influenciada en los últimos tiempos por la irrupción de las fake news, ha ido minando a los medios digitales. De este modo, sonmuy pocos los que creen que las noticias falsas, vengan a través de la prensa escrita. Casi el 59% atribuye este tipo de noticias a las redes sociales.
Además, la prensa escrita obtiene, tras la radio, el mayor grado de confianza por parte de los usuarios: un 6’4 sobre 10 la radio; un 6’1 la prensa escrita; 5’9 los portales digitales, 5’7 la tv y 4’9 los portales digitales. A mayor edad, más confianza en prensa escrita.
Twitter e Instagram se han convertido en fuentes de información
Lo cierto es que con el paso del tiempo la prensa escrita ha pasado a estar desactualizada a una velocidad de vértigo. Ante cualquier evento que se produzca a mediodía acudiremos a la web de nuestro diario de cabecera para informarnos. Este servicio la edición en papel no nos lo puede ofrecer.
En este aspecto, los diarios deportivos han encontrado un auténtico filón. Tanto el diario Marca como el As, compiten habitualmente por el liderazgo de los medios de comunicación digitales en español a través de su página web. Y es que, si bien en información general hay una gran competencia (existen muchos medios, además de los tradicionales, que son nativos digitales como Libertad Digital, El Plural, El Confidencial, Estrella Digital, El Diario o más recientemente El Español) en la información deportiva, los gigantes de Unidad Editorial y Prisa lo abarcan prácticamente todo. Lo hacen además no solo en España sino también en Latinoamérica, donde se han convertido en medios de referencia para la información deportiva.
En este punto, las redes sociales parece que han venido para quedarse. Muchos medios de comunicación recurren a la cuenta de Twitter (cuando no a alguna publicación en Instagram) del político, cantante, actor o futbolista de turno para comentar su valoración respecto a un hecho noticioso. Aunque, por supuesto, la mayor parte de la información no se obtiene de las redes. Éstas cada vez tienen más presencia en las noticias y reportajes que consumimos a diario.
Esta nueva moda ya la detectó en 2018 la investigadora de la Universidad Complutense, Samia Benaissa, en un estudio ´Las redes sociales como fuente de investigación periodística en la prensa digital española´ analizando El País, El Mundo, La Vanguardia y ABC. Lo cierto es que lo que escribe desde el sofá de su casa una persona relevante en su teléfono móvil se convierte en noticia inmediatamente. ¿A que hace dos décadas todo esto sonaba a ciencia ficción?
La comunicación evoluciona a una velocidad de vértigo. Los lectores y los periodistas nos vemos obligados a adaptarnos rápidamente a las nuevas tecnologías si queremos ser competitivos.
El público demanda inmediatez y contenidos personalizados. Y las redes sociales permiten estrechar las distancias entre el ciudadano de a pie y el famoso. Cada vez tenemos más acceso a la información de manera instantánea, independientemente del lugar del mundo en el que se produzca. Cuando contemos a nuestros nietos cómo era la comunicación en nuestra infancia, probablemente no se lo crean. Los cambios no solo han venido para quedarse sino que van a seguir evolucionando.
David Olivares | Ejecutivo de Cuentas en la división Businesscomm