Los ODS, la herramienta para un futuro sostenible que Miguel Delibes aplaudiría

El 25 de mayo de 1975, Miguel Delibes pronunció un discurso ante la Real Academia Española en su acto de recepción como miembro de este órgano. En su alocución, Delibes compartió su “honda inquietud” por el cambio climático y por la posibilidad de que “la Naturaleza se alce contra el hombre en abierta hostilidad”. También hizo referencia al Manifiesto del Club de Roma, el documento realizado por el primer grupo de expertos que se reunió para abordar los problemas del cambio climático. En su discurso, Delibes comparte la reflexión de estos expertos, argumentando que la Humanidad “tiene una posibilidad de supervivencia: frenar su desarrollo y organizar la vida comunitaria sobre las bases diferentes a las que hasta hoy han prevalecido”.

Cuarenta y cinco años después de su discurso, nos seguimos planteando las mismas preguntas que Delibes aquel día. Sin embargo, muchas cosas han cambiado desde entonces. Lo que en ese momento constituía una mirada preocupada hacia el futuro, hoy es nuestra realidad presente, y mientras que Delibes consideraba su discurso como utópico, hoy es un propósito firme para organizaciones, Estados y empresas, cuyas acciones y determinación se han visto incluso reforzadas con el impacto de la COVID-19.

Una de esas iniciativas, propuesta en 2015 por Naciones Unidas e impulsada por el sector empresarial en su conjunto, es los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, más conocidos por sus siglas ODS y enmarcados dentro de la Agenda 2030. Están compuestos por 17 categorías o grandes objetivos, de los que surgen 169 metas que abarcan los ámbitos ambiental, social y económico, y se centran en la erradicación de la pobreza y la desigualdad, así como en el desarrollo sostenible del Planeta y su protección.

«Los ODS han conseguido obtener una gran relevancia, ya que actúan como hoja de ruta de los planes de acción y estrategias llevadas a cabo por las compañías»

Los ODS no solo establecen objetivos, sino que también aportan los medios para su consecución y la manera de medir los progresos alcanzados. En este sentido, el informe sobre los ODS de 2020 desarrollado por la ONU advierte que la crisis de la COVID-19 está dificultando la recolección de datos y métricas. Por otra parte, el informe señala que las consecuencias derivadas de la pandemia están “dificultando aún más el logro de los Objetivos” debido a causas como el aumento de la desigualdad, del desempleo o de la pobreza. Es por ello imprescindible dar un nuevo impulso en los próximos años al avance y consecución de los ODS por parte de todos los actores.

En el plano empresarial, los Objetivos de Desarrollo Sostenibles han conseguido obtener una gran relevancia, ya que actúan como hoja de ruta de los planes de acción y estrategias llevadas a cabo por las compañías. Además, su división por categorías ha permitido a las empresas poner el foco en aquellos Objetivos sobre los que más pueden incidir. Por ello, es muy importante llevar a cabo una estrategia de comunicación y de pedagogía, tanto a nivel externo como dentro de las empresas, visibilizando su importancia y su evolución entre los propios trabajadores. Según el Observatorio de los ODS, los Objetivos más relevantes para las empresas españolas son el 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), el 9 (Industria, innovación e infraestructura) y el 13 (Acción por el clima).

«El sector empresarial es esencial para alcanzar estos Objetivos en el horizonte temporal de 2030»

Es necesario que todas las empresas reflexionen acerca de su capacidad de cumplimiento y de adopción de los ODS, así como de incluirlos en sus estrategias de desarrollo económico. El sector empresarial es esencial para alcanzar estos Objetivos en el horizonte temporal de 2030 y, si bien el Observatorio de los ODS destaca en su último informe de 2020 que en España un 18% más de empresas incluyen estos Objetivos en sus memorias anuales respecto a 2018, advierte que menos de la mitad de las empresas analizadas (el 47%) los incorporan.

Seguir apostando por incluir los ODS dentro de la estrategia empresarial, así como comunicar y dar a conocer su implantación es imprescindible, no solo para anticipar y mitigar próximas crisis ambientales, sino porque la rentabilidad de las empresas cada vez está más ligada a la asunción de estos Objetivos y a la creación de valor en base a criterios sostenibles. Y es que, como decía Delibes ya en 1950, “cada uno mira demasiado lo propio y olvida que hay cosas que son de todos y que hay que cuidar.”

Diego Checa | Ejecutivo Division de Comunicación Financiera

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