Suena el teléfono en la redacción. Alguien lo coge. Llaman de una agencia de comunicación. El periodista tiembla. O gruñe. O suspira. No tiene tiempo para que le entretengan. Y tiene razón. No tiene tiempo, por lo que tenemos menos de un minuto para empatizar con él y contarle algo que le interese. ¿Fácil? ¿Imposible? Vamos a intentarlo:
- Cuenta algo que le interese. Estamos hablando con un profesional de la información. Alguien que tiene criterio suficiente como para valorar si lo que le cuentas tiene interés o no. Es decir, llama para contar historias “contables”.
- Háblale como le hablarías a tu jefe de sección. En ese momento estás vendiendo un tema, de igual manera que lo hacías, si alguna vez lo hiciste, cuando eras tú el que pisaba moqueta de redacción y tenías que luchar por un minuto para tus crónicas en el informativo o por un pedazo de papel en el periódico.
- Sé empático. Muéstrale y demuéstrale que somos compañeros, que al final todos nos dedicamos a contar historias que le interesen a la gente. Interésate por su enfoque con respecto a los datos que le ofreces y dale todas las facilidades para que haga propia la información que le comentas.
- Sé agradable. Ya te hemos dicho que el periodista no tiene tiempo, no facilites que te cuelgue el teléfono respondiendo de formar desagradable a un posible “gruñido” por su parte. Entiende sus circunstancias, respira hondo, y sigue con la sonrisa en la boca, eres tú el que quiere ser escuchado.
Seguir estas indicaciones no garantiza que tu información sea recogida por todos los medios, pero sí te asegura que será escuchada con una disposición más positiva. Nunca olvides que lo más importante de todo es el qué, la noticia que ofreces, por lo que plantea muy bien antes de llamar cómo hacer interesante este tema. Y recuerda, tienes un minuto. ¡Suerte!
Nerea González, Ejecutiva de cuentas. División Consumo & Salud