Cinco aspectos clave a la hora de abrir un perfil corporativo en redes sociales
A lo largo de los años la mayoría de empresas han creado sus perfiles de redes sociales adaptando su oferta de contenidos a los diferentes perfiles. Además, muchas de ellas están sumando nuevos canales a su estrategia digital: recordemos que TikTok, el fenómeno social de este confinamiento, ya está congregando cada vez más perfiles corporativos.
Sin embargo, más allá de la cantidad, abrir un nuevo perfil corporativo es y debe ser una decisión estratégica para la comunicación de la compañía por lo que, antes de dar ese paso, debe tener en cuenta al menos cinco aspectos clave:
1. Objetivos
Lo primero que debes hacer es analizar cuáles van a ser tus objetivos y decidir para qué creas los perfiles. Habrá compañías que simplemente quieran tener un perfil para comunicar noticias corporativas, eventos, etc., otras usarán sus redes para promocionar sus productos, algunas firmas lo tendrán como canal directo de atención al cliente… No importa cuál sea tu objetivo, pero debes marcarte uno. Después, en función a éste, crea una estrategia que abarque la creación de diferentes canales, la definición del público al que te dirigirás y el tipo de contenido que vas a ofrecer.
2. Target y canales
El siguiente paso es analizar cuál es el público objetivo y comprobar en qué red social está (Twitter, Facebook, Linkedin…). Puede parecer tarea fácil, pero no por ello es menos importante: seleccionando la red social adecuada y creando una buena estrategia de marketing puedes lograr una gran viralidad a través del contenido. Por ejemplo, si tu empresa es de servicios financieros y quieres dirigirte a inversores particulares, con alta cualificación y una edad media-alta, posiblemente tendrás que comunicarte con ellos a través de Twitter o Linkedin y no mediante TikTok. Por el contrario, una empresa de productos de belleza dirigido a un público joven tendrá que posicionarse, principalmente, en Instagram.
No importa cuál sea tu objetivo, pero debes marcarte uno.
3. Contenidos
Tras haber seleccionado el canal y el público al que dirigirte, debes concretar qué tipo de contenido vas a ofrecer. En este aspecto, los objetivos y el target marcados tienen que alinearse a la estrategia de comunicación. Al igual que en el punto anterior, tus publicaciones tendrán que adaptarse también a cada plataforma. Además, define unos campos de contenido que publicar periódicamente en función de la relevancia que le des a cada apartado. Estos territorios pueden ser, por ejemplo, temas corporativos, RSC, producto, digitalización, sostenibilidad, sorteos, actualidad, deportes, etc. En función del tipo de empresa, tendrás que darle mayor importancia y compartir más publicaciones sobre un contenido concreto. Además de estas temáticas, tendrás que seleccionar qué contenidos publicarás en cada red social. Por ejemplo, un concurso funcionará mejor en Facebook e Instagram y una oferta de empleo o un nombramiento en Linkedin.
4. Publicidad
El siguiente paso es dar a conocer tus canales y ampliar el alcance. La publicidad es una parte muy importante de la comunicación, ya sea para ofrecer un producto o servicio o, simplemente, para dar a conocer tu perfil de redes sociales y un contenido que quieras promocionar. Cualquier marca que lance un producto nuevo se apoyará en soportes tradicionales con el fin llegar a más personas. Definirán campañas en televisión, radio, prensa… Con las redes sociales ocurre algo similar.
Las compañías conocidas pueden ampliar su comunidad de manera orgánica (sin realizar ninguna inversión). Sin embargo, las empresas menos populares tienen más complicaciones para aumentar la comunidad, generar engagement o conseguir un gran alcance. Por este motivo, y especialmente en perfiles recién creados, es muy importante la creación de una campaña de paid media. Hay muchos tipos de opciones de campañas de pago, pero las más recomendables para los perfiles más nuevos o que son menos conocidos, son las campañas de seguidores y las de engagement. En las primeras, tendrás que hacer una segmentación en función de la ubicación, tipo de perfil (sexo, edad) e intereses. Mediante esta inversión, tu perfil aparecerá en el timeline de nuevos usuarios, lo que provocará una mayor visibilidad y un aumento de los seguidores. La segunda, mediante otra segmentación, puedes promocionar un contenido al que quieras darle visibilidad para que llegue a más usuarios. En función de la inversión realizada, variará el número de impresiones e interacciones conseguidas.
5. Community Manager
Por último y no por ello menos importante, tienes que tener un equipo que se encargue de la gestión diaria. El perfil de redes sociales es la imagen que muestras de tu compañía al público. Por lo tanto, necesitas un community manager que gestione diariamente tus canales. Éste se encargará de generar contenido, de interactuar con los seguidores, analizar qué está haciendo la competencia, etc. Una cuenta descuidada, tanto en lo estético como en la actualización de contenidos, son aspectos que el usuario interpretará negativamente.
Las empresas menos populares tienen más complicaciones para aumentar la comunidad, generar engagement o conseguir un gran alcance.
Para concluir, debemos tener presente que en la actualidad la huella digital es muy importante. En estos momentos la mayor fuente de información es internet, preocuparse por la información que hay es importante. Si un usuario quiere informarse sobre una empresa, seguramente lo primero que haga sea revisar sus perfiles de redes sociales. Por lo tanto, un perfil corporativo tiene que: estar actualizado, con contenido acorde a sus objetivos y a su target y con una estética que atraiga la atención de los usuarios.
Alejandro Sanz Lavín | Community Manager División Comunicación Financiera