Tweets a la carta

 

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Las marcas, conscientes del potencial de las redes sociales, ya han comenzado a servirse de la popularidad de las cuentas más influyentes en Twitter como una herramienta más en su estrategia de Comunicación y Relaciones Públicas.

Y es que un vistazo al ranking de cuentas más seguidas del mundo en Twitter revela que la notoriedad de las marcas está muy por detrás de muchas celebrities del momento. Lady Gaga es la cuenta más popular, con casi 19 millones de followers (más que la audiencia media del último Barça-Madrid). Excepto el 8º puesto que ocupa Barack Obama, “El top 10” lo ocupan cantantes internacionales. Hay que bucear hasta la 14ª posición para localizar la primera marca del ranking: Youtube. Más allá, ni siquiera sumamos 10 marcas entre los 100 más seguidos: Twitter, Google, NBA  y algún que otro medio informativo como CNN o The New York Times.

Más de lo mismo entre los 100 twitteros más seguidos en nuestro país: destacan futbolistas, cantantes y otros famosos. Las cuentas de los clubes Real Madrid y Barcelona consiguen puestos destacados, y al margen de revistas u otros medios de comunicación, no encontramos la primera empresa privada hasta el puesto 130.

Por eso las marcas se han dado cuenta de que puede ser útil aprovechar la popularidad de las celebrities para llegar a sus públicos en la red social de moda. Actores y actrices como Charlie Sheen, Katy Price o incluso el futbolista Rio Ferdinand ya han utilizado su red de seguidores para tuitear mensajes promocionales. Toyota o American Airlines son algunas compañías que ya han ido de la mano de algún famoso en Twitter.

Servirse de un rostro conocido es una herramienta conocida en un plan de comunicación al uso. Recientemente lo hemos empleado con éxito en Evercom con figuras como Xabi Alonso, Fernando Llorente o la pareja formada por Carlos Moyá y Carolina Cerezuela. El siguiente paso será trasladar acciones como éstas al mundo virtual de las redes sociales.

En Estados Unidos es una práctica cada vez más común. agencias como Ad.ly localizan y clasifican a los usuarios más influyentes y median en la contratación de sus tweets. Incluso determinan el coste por tweet según el caché del personaje. Según The New York Times Magazine, famosos como el rapero estadounidense Snoop Dogg se mueven por los 8.000 dólares por tweet. Muy asequible, comparado con los 50.000 dólares que cobró el propio Charlie Sheen. Y mereció la pena: un simple tweet desde su cuenta generó 450.000 clicks en 48 horas y 1 millón de visitas adicionales a la web promocionada.

¿Qué cómo funciona? El personaje en cuestión abre una conversación sobre la marca (pactada con el anunciante), y el precio final de la campaña se fija conforme a los resultados, medibles con la propia herramienta del servicio: retweets, clicks en los enlaces, respuestas…

¿Serán los tweets a la carta el futuro de las marcas en Twitter?

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