Sandbox, PSD2 y otras cosas del Fintech

España cuenta con uno de los ecosistemas Fintech más potentes en todo el mundo, al menos si lo medimos por tamaño, puesto que el número de start ups por habitante se sitúa por delante de potencias económicas como Francia o Alemania. El punto de partida es positivo y estamos ante una oportunidad de oro para consolidar a nuestro país como verdadera punta de lanza en el ámbito de la innovación financiera a nivel global. Para ello, el reto pasa por incrementar el tamaño y la notoriedad de esas compañías Fintech, mejorando el entorno regulatorio y la relación con las compañías tradicionales para incentivar la inversión.

El entorno regulatorio se ha ido transformando en los últimos años, como pone de manifiesto la reciente aprobación en Consejo de Ministros del anteproyecto de ley que recoge la creación del Sandbox español, un entorno de pruebas controlado donde las Fintech con propuestas innovadoras podrán emprender su actividad. Se trata de una normativa que cuenta con el apoyo de los principales partidos políticos y que permitirá acelerar el desarrollo de iniciativas innovadoras en el sector financiero y de seguros.

Además, a nivel comunitario, también se ha aprobado la directiva PSD2, que dota a las Fintech de un marco legal que, bajo un control regulatorio, facilitará su crecimiento y la aparición de nuevas empresas que impulsen el desarrollo de nuevos modelos de negocio con una rápida gestión de la tecnología. La PSD2 trata de liberar la información que poseían las entidades financieras, cediéndola a los clientes, lo que favorece la aparición de nuevas empresas. Estos cambios regulatorios sin duda generar una estabilidad y oportunidades de inversión para el desarrollo de proyectos innovadores.

La mejora de la relación con las entidades tradicionales, para lograr un entorno mucho más colaborativo, dejando atrás esa visión de las Fintech como un competidor y, por ende, una amenaza, es otro de los retos que debe afrontar el universo de la innovación financiera. En el caso de las colaboraciones entre start ups, es una práctica mucho más habitual, que ya realizan el 70% de este tipo de compañías.

El sector Fintech e Insurtech ya generan en España unos 8.000 empleos directos, que se duplicarán en los próximos años. Son empleos técnicos, digitales y con un alto valor añadido que serán un catalizador perfecto que contribuirá a mejorar el maltrecho mercado laboral español.

La importancia de la competencia, la estabilidad económica y la regulación en el sector financiero, junto con la disrupción tecnológica, son algunos de los factores clave para acelerar el crecimiento de este tipo de compañías Fintech. España va por el buen camino y el avance en muy pocos años ha sido importante, pero debemos seguir trabajando para que nuestro país se sitúe a la vanguardia de la innovación financiera a nivel mundial y se consolide como puente entre Europa y Latinoamérica.

Rodrigo Prieto Garea | Director de Cuentas de la División de Comunicación Financiera

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