Cataluña, una nueva legislatura: ¿qué podemos esperar?

Las elecciones del pasado 14 de febrero de 2021 en Cataluña dibujaban un panorama nada sencillo, a priori, para la formación de gobierno. Con una balanza inclinada, por primera vez, hacia las fuerzas soberanistas, no resultaba tan sencillo la puesta en marcha de pactos que asegurasen la gobernabilidad del territorio catalán. Si querían asegurarse el Gobierno, ERC –con 33 escaños– y Junts –32 escaños– debían ponerse de acuerdo para iniciar una nueva andadura a la cabeza de la Generalitat, pese a diferir en su signo político y haber quedado por detrás del PSC en las elecciones de febrero.

Tras más de 3 meses desde las elecciones, por fin, el 21 de mayo se producía la investidura de Pere Aragonés, que necesitó dos debates de investidura y tres votaciones para confirmar el cargo. La unión de los votos de su propia formación, junto con los de Junts y la CUP, han sido claves para permitir la formación de un gobierno que entraba en tiempo de descuento, apenas cinco días antes de que se convocasen automáticamente nuevas elecciones de no darse los acuerdos necesarios.

De esta forma, Esquerra Republicana de Catalunya tiene un presidente de la Generalitat 82 años después.

Tras la toma de posesión de Aragonés, les ha tocado el turno a los 14 consejeros de este singular gobierno de coalición. Un ejecutivo nuevo, caracterizado por el equilibrio de fuerzas entre Junts y ERC (ambos tienen 7 consejerías) y con un alto grado de paridad (8 mujeres y 7 hombres). Al mismo tiempo, se han asegurado de una renovación prácticamente total con respecto al gobierno anterior: solo tres nombres permanecen, y hay once nuevos consejeros.

El tinte independista de esta coalición va a ser, sin duda alguna, clave a la hora de entender muchas de las políticas que se avecinan en los próximos años. De momento, el Govern ya ha anunciado su intención de llevar a cabo planes de internacionalización, como si de un Estado se tratase. Asimismo, Aragonés ha asegurado que no cejará en su intento de consolidar un verdadero gobierno de progreso que, según sus propias palabras, “no deje a nadie atrás” y, culminar con la independencia del Estado catalán tras un referéndum legal y pactado con el Estado.

Las intenciones parecen estar claras. ERC y Junts han declarado abiertamente el mantenimiento de una agenda soberanista, marcada por la necesidad de transformación económica y social. Ahora solo queda ver qué se puede esperar de este nuevo gobierno y la relación que mantendrán con el Ejecutivo central. Y, sobre todo, cómo repercutirá la política catalana en la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez.

infografia nuevo gobern Catalunya

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