Si en los últimos años ha habido un término que ha venido para quedarse en el vocabulario de las agencias y las marcas es, sin duda, la palabra “influencer”. Las estrategias de PR y marketing digital incluyen cada vez más la contratación de una persona que, por su capacidad de influencia en Internet, es idónea para llegar a muchas personas y convertirse en prescriptor de nuestra marca.
Sin embargo, uno de los quebraderos de los departamentos de comunicación y marketing es medir con exactitud el Retorno de la Inversión (ROI) que hemos obtenido tras la realización de la acción con este influencer.
Determinar cuál ha sido nuestro ROI, ayudará a los responsables de marketing y PR a invertir más recursos en aquellas actividades y acciones que les reporte mayor eficiencia, especialmente en Internet.
Pero, ¿cómo sé si la acción que hemos llevado a cabo ha ido realmente bien? ¿Ha influido de una forma directa en la venta de mis productos? ¿Hemos tenido la visibilidad que esperábamos con esta acción? ¿Ha contribuido de forma positiva al sentimiento de nuestra marca? Estas serán algunas de las preguntas que debamos hacernos para determinar el éxito o fracaso de una campaña.
Algunos consejos para calcular el ROI
Para poder calcular nuestro ROI adecuadamente, debemos considerar dos factores: resultados y gasto. Una vez determinados, solo tenemos que aplicar la siguiente fórmula: ROI =[(ingresos – inversión) / inversión]*100
Los resultados podremos medirlos siempre y cuando establezcamos una serie de KPI´s en función de los objetivos que queramos conseguir: conversión, alcance, ganar notoriedad, aumentar número de leads, o engagement, entre otros.
Estos objetivos se pueden medir a través de diferentes herramientas como las propias estadísticas de Facebook (u otras redes sociales donde llevemos a cabo nuestra acción), Google Analytics para ver si el usuario ha visitado nuestra página en ese periodo de tiempo, e incluso el código ecommerce de Analytics para establecer la conversión final de venta. Existen además herramientas como Url Builder para traquear los links de nuestras campañas y ver qué plataformas han funcionado mejor.
Una vez tengamos los resultados, debemos determinar el gasto total de la campaña. Para ello, tendremos en cuenta los gastos totales realizados: los honorarios de nuestro influencer, la inversión publicitaria adicional en redes sociales y el coste empresarial de los perfiles profesionales que han estado involucrados en el desarrollo de esta iniciativa.
El secreto está, por tanto, en establecer primero qué es lo que queremos conseguir y para qué vamos a contar con un influencer. A partir de ahí de vemos valorar si la inversión necesaria para llevarla a cabo, nos va a reportar los resultados deseados.
Una sugerencia: asegúrate de que el influencer que eliges tiene la presencia deseada en Internet; no haya trabajado anteriormente con tu competencia; la calidad de sus trabajos está acorde con tu marca; y su nivel de influencia es el adecuado. Pero eso da para otro post, en el que analicemos qué pasos dar antes de decidirnos por un influencer.
Laura Gómez es Directora de Cuentas en la división Comunicación de Consumo y Salud