Dos semanas después de las elecciones del 26J, Mariano Rajoy comenzó la primera ronda de contactos con los líderes políticos del resto de fuerzas de forma pública. Dos semanas que han dado pie a numerosas conjeturas, futuribles y que, probablemente, habrían sido útiles para agilizar el proceso de negociación.
Una vez finalizadas, podemos examinar las principales conclusiones que nos dejan estas conversaciones públicas, a excepción de la mantenida con CDC, sin convocatoria de medios.
Conclusiones tras la primera ronda de contactos de Rajoy
Las reuniones que se presentaron como una primera toma de contacto, comenzaron con Coalición Canaria y terminaron con el PSOE. Entre medias, también pasaron partidos como ERC o el propio Unidos Podemos, con cuyo apoyo no contará Mariano Rajoy bajo ninguna circunstancia. Sin embargo, ambos han celebrado esta conversación. Francesc Homs, de CDC, también ha reducido a cero la posibilidad de un pacto con el PP.
Tras terminar el 26J, muchos analistas establecían el pacto del PP con Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria como una posibilidad, a falta de un diputado más que rompiera el empate a 175. Otros contaban sencillamente con la abstención del PSOE, justificada en la necesidad de alcanzar un acuerdo y evitar terceras elecciones.
Sin embargo, ninguna de las posibilidades será sencilla de conseguir. Al menos de momento.
Empezando por la primera de ellas:
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- La ejecutiva de Ciudadanos rechaza la posibilidad del apoyo y ha acordado votar en la primera votación en contra, para manifestar su rechazo a las políticas de Rajoy y al PP, y abstenerse en segunda votación, 48 horas después, librándose de ser un obstáculo. Esta es, de momento, la postura de la formación naranja que en ninguno de los casos entrará a formar parte del Gobierno junto con el PP.
- Tras su reunión, Aitor Esteban rechazó, de momento, el apoyo del PNV al Partido Popular. No hay que olvidar que el País Vasco tiene unas elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina y que en este 26J el PNV perdió su posición hegemónica. En este primer encuentro no se habló de condicionantes, aunque desde la formación jeltzale no se niega que la denominada “agenda vasca” formará parte de posteriores negociaciones.
- Coalición Canaria, por su parte, no cierra la puerta a dar su apoyo, aunque recuerda que toda negociación requiere cesiones.
Con esta situación, que, de momento, dejaría a Rajoy fuera de la Moncloa, podemos analizar la segunda posibilidad:
- La reunión con Pedro Sánchez fue, en esta ocasión, más cordial que la mantenida tras el Como mínimo fue más extensa. También las declaraciones del líder del PSOE tras el encuentro fueron más cordiales y menos tajantes. Por el momento, de nuevo, no habrá apoyo al PP ni abstención que permita un nuevo gobierno de Rajoy. No al menos con los 137 escaños con los que cuenta el presidente en funciones.
El PSOE exige que el PP se presente a la negociación con los socialistas habiendo conseguido un apoyo a su investidura mayor, o lo que es lo mismo, requiere del apoyo de Ciudadanos para poder justificar su abstención y permitir el gobierno.
No puede olvidarse que el partido socialista se enfrenta al riesgo de ceder su puesto como alternativa de Gobierno a Podemos en caso de permitir el Gobierno del PP.
Las negociaciones sin duda continuarán, aunque en esta ocasión no serán públicas. Además de conseguir desatascar la situación, se quiere evitar el espectáculo mediático que se produjo durante los cuatro meses posteriores a las elecciones de diciembre.
Y continuarán de forma acelerada, ya que, como indicábamos en el informe sobre las Claves de la Noche Electoral, el 19 de julio debe conformarse el Parlamento, lo que exige un acuerdo sobre la composición de la Mesa del Congreso y el Senado, y la semana del 25 de julio se producirá la primera ronda de contactos con el Rey.
Con este calendario, Rajoy considera posible que el 3 y el 5 de agosto se celebren la primera y segunda sesión de investidura. Sin embargo, para que esto se produzca, tras esta primera ronda de contactos con el Rey, Felipe VI debería proponer como candidato a la presidencia a Mariano Rajoy y éste debería contar con los suficientes apoyos. Si no fuera así, el Rey podría esperar a una segunda ronda para realizar su propuesta al presidente del Congreso y Rajoy podría pedir a los partidos un periodo de reflexión para todos.
Es necesaria una mayor agilidad, más esfuerzo para llegar a acuerdos y priorizar la formación de Gobierno. Un Gobierno que se prevé de minoría, débil y de corta duración, dependiente del Parlamento. Un Gobierno de transición que permitiría que no volviéramos a las urnas… al menos en un par de años.
Carmen Andrés es Consultora en Corporativo & Asuntos Públicos