No, esto no va a ser otro post sobre cómo crear el hashtag de tu vida. No, por dos motivos: el primero, porque ya hay miles de contenidos en la web que recopilan consejos sobre esto; y en segundo lugar, porque existen grandes entendidos del marketing online, como Antonio Painn, que lo explica fenomenal en su blog.
El post de hoy versa sobre las facilidades que aporta un hashtag a la hora de realizar valoraciones de los impactos e impresiones que generamos a través de las diferentes acciones de relaciones públicas. En este sentido, y especialmente para cualquier empresa que apueste por la comunicación y el marketing, los hashtags se han convertido poco a poco en una herramienta fundamental para enfrentarnos al día a día.
Por una parte, nos permiten mantenernos al día, al minuto y al segundo de cada uno de los acontecimientos y tendencias, que subyacen en nuestra sociedad. Nos han facilitado la identificación de nuestro público y nos han ofrecido incluso la posibilidad de interactuar con él en conversaciones existentes o creando nuestras propias tertulias en torno a un concepto, un producto o una marca.
Por otra parte, los HT nos aportan una ayuda enorme en las tareas de monitorización, que tan imprescindibles son para nuestra profesión. ¿Por qué? Porque a través de ellos podemos conocer las impresiones que hemos despertado entre los asistentes a uno de los muchos eventos que organizamos:
Aportar relevancia a las acciones que desarrollamos con medios, periodistas e influencers:
Estos son solo algunos ejemplos en los que los HT son realmente útiles en el seguimiento de acciones de comunicación.
Sin embargo, para poder favorecernos de estos aspectos es imprescindible crear hashtags que sean atractivos y fáciles de recordar, de forma que el periodista o influencer que, por ejemplo, se haya acercado a nuestro evento pueda postear sobre él a través de la conversación que nosotros mismos hemos creado, sin que este tema sea confundido ni utilizado en conversaciones ajenas o aleatorias.
No hay que ser un experto en redes sociales para generar buen contenido, pero sí que podemos seguir cuatro normas muy simples que consigan sintetizar el concepto que deseamos e incrementar la repercusión de la marca en las redes:
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Un HT no puede tener signos de puntuación, ni espacios. Solo letras y números, aunque en el caso de Instagram también se admiten los emoticonos.
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No debe ser demasiado genérico porque los sistemas de las redes tienden a ignorarlos.
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Debe de contener menos de 25 caracteres para no desperdiciar espacio. Recuerda que Twitter solo admite 140.
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Y es recomendable situar el HT al inicio o al final de la publicación, de forma que invite por sí mismo a interactuar y unirse a la conversación.
Jara Expósito es Ejecutiva de Cuentas en la división de Consumo