Cómo sacar a tu marca de su área de confort

La zona de confort es aquella que nos aporta seguridad, estabilidad, comodidad y, por consiguiente, se convierte en ese espacio en el que el ser humano –por naturaleza- se siente mejor, menos vulnerable y con mayor estabilidad. Y esto es exactamente lo mismo lo que sucede a la mayor parte de las compañías, especialmente cuando nos referimos al ámbito de la comunicación.

¿Qué ocurre en la zona de confort?

Lo que ocurre es que esta zona, además de ser segura y muy confortable en apariencia, tiene el gran riesgo de impedir a las empresas afrontar nuevos retos, batir sus mejores resultados y explorar nuevos caminos que quién sabe si podrían impulsar a una empresa frente a su competencia, convertirla en referente en su sector o llegar a nuevos públicos con lo que hasta el momento no habían podido o sabido conectar.

Todo esto se intensifica en la época actual en la que cualquier corporación –sobre las compañías de gran consumo- que apueste por crecer está casi obligada a desarrollar acciones disruptivas para poder llegar al consumidor actual. Un consumidor con sobre exceso de información, saturado y con un poder de decisión y selección cada vez mayor, que otorga a la comunicación escasos segundos para cautivarle o perderle, como si de un speed dating se tratara.

Y como, lógicamente, a nadie le gusta ser plantado en la primera cita, las compañías no tienen muchas más opciones que tomar las riendas de su comunicación, romper con lo establecido y sorprender al este nuevo prosumidor con ideas poco convencionales -e incluso arriesgadas- que permitan catapultar a sus marcas siguiendo el modelo de Amazon, entre otros.

Sí. La comodidad suele ser atractiva y además suele ofrecer compensaciones pero lo realmente gratificante es el crecimiento, el impulso y la diferenciación que se consigue cuando decidimos no seguir los patrones establecidos –aunque éstos funcionen y sigan vigentes- y damos un salto cualitativo en nuestras estrategias. Permanecer en el área de confort no es dañino pero, a medio y largo plazo, nos lleva al estancamiento.

María Bautista – Directora de la división de Comunicación de Consumo & Salud de Barcelona

 

Compártelo