La construcción y el cuidado de la reputación corporativa son factores que las empresas deben tener presentes en todo momento. A lo largo de este artículo ahondaremos en la importancia de contar con una buena reputación corporativa y en las ventajas que ésta posee, pero antes necesitamos conocer exáctamente a qué nos referimos con ello.
¿Qué es la reputación corporativa?
La reputación corporativa hace referencia al conjunto de percepciones que tienen diversos públicos o grupos de interés, tanto internos como externos, sobre una empresa. Dichas percepciones se dan como resultado del comportamiento desarrollado por la entidad a lo largo del tiempo y de su capacidad para distribuir valor.
Las empresas cada vez cuidan más su imagen dado que, hoy en día, en el entorno globalizado y digitalizado en el que vivimos, los clientes o consumidores se expresan y opinan con más frecuencia y de manera más exigente. Además, con el auge de las redes sociales, el alcance de sus opiniones es cada vez mayor, influyendo en el poder de decisión de los ciudadanos a la hora de consumir un producto o servicio. Sin duda, una buena reputación influye en las ventas, en el poder de atracción sobre los proveedores y en la atracción de talento. Las compañías no solo deben gestionar su reputación, sino que deben ir con cuidado ya que, tal y como dijo Warren Buffet, “Se necesitan 20 años para construir una buena reputación y solo 5 minutos para destruirla”.
¿Qué papel juega y cómo puede contribuir la comunicación a la hora de construir una reputación positiva de marca?
Antes de poner en marcha una estrategia de comunicación al respecto, debemos hacernos algunas preguntas sencillas:
- ¿Cuáles son nuestros valores?
- ¿Cuál es nuestro público?
- ¿Qué imagen queremos proyectar?
- ¿Somos coherentes con lo que hacemos y con lo que comunicamos?
Una vez aclaradas estas cuestiones, es fundamental que, antes de proyectar todo ello al exterior, tengamos una comunicación interna sólida. Es muy importante que todos los estamentos de la compañía tengan clara la misión, la visión y los valores de la empresa, ya que unos trabajadores comprometidos y con sentimiento de pertenencia a una organización son los primeros embajadores de la marca y los que empezarán a prescribirla.
Gestión de la comunicación con medios
Existen dos maneras, compatibles entre ellas, de abordar la comunicación hacia los medios: de forma proactiva o de forma reactiva.
- Comunicación reactiva
Suele pasar, sobre todo si hablamos de una compañía ya reconocida, que los periodistas contacten con nosotros para saber más al detalle sobre alguna acción, sobre el negocio o sobre algún hecho que les resulte noticiable. - Comunicación proactiva
Sin embargo, también hay que tener en cuenta que es importante tener iniciativa y ser nosotros quienes iniciemos este contacto para dar a conocer algo que, desde nuestro punto de vista, consideremos de interés y noticiable para los medios.
Por otro lado, es clave construir una relación de confianza con periodistas afines. Debemos interactuar con ellos de forma clara y honesta pues, no hay que olvidar que son profesionales que no solo analizan la información que nosotros les proporcionamos, también comprueban y confirman dichas informaciones a través de diferentes fuentes. La coherencia, sobre todo en términos reputacionales, es fundamental.
Debemos demostrar que existe conexión entre lo que comunicamos que somos y hacemos y lo que somos y hacemos en realidad.
Ante todo, transparentes
No debemos olvidar la transparencia. Sabemos que no podemos desvelar todos los datos de nuestro negocio, pero tampoco hay que ocultarlos. No hay que preocuparse si tenemos algún dato no tan positivo como nos gustaría, seguro que existe una explicación para ello, la clave es ofrecer con naturalidad, sin mentir ni esconder información.
En resumen, la reputación de marca aporta múltiples beneficios a las empresas. Contar con una estrategia eficaz de gestión de imagen de tu empresa, ayudará a impulsar el compromiso con los clientes y desarrollará relaciones duraderas que afectarán positivamente en los resultados de tu negocio. ¿A qué esperas para ponerla en marcha?