Hillary Clinton lo vuelve a intentar. La que ya fuera candidata a las primarias por el partido Demócrata para las presidenciales del 2008 contra “ciclón” Obama, anunciaba el domingo oficialmente su candidatura a la presidencia de los EE.UU. para las elecciones de noviembre de 2016. Y lo hacía en las redes. ‘Getting Started’, el video on line donde Clinton afirmaba ayer que quería ser la “campeona” de todos los estadounidenses que se esfuerzan cada día por un proyecto de vida.
Diversidad en su máxima expresión (racial, social, sexual, laboral) al más puro etilo americano para copar el protagonismo en un vídeo donde la candidata sólo aparece en los instantes finales.
Eligió bien el momento, esperó al domingo, día de descanso donde el consumo de las redes en los hogares y familias probablemente alcance sus máximos picos, y esperó a no robar ni a robarse protagonismo con la foto noticia de la Cumbre de las Américas con Obama y Castro estrechándose las manos el día anterior.
La carrera electoral al sillón del Despacho Oval ha comenzado y lo hace desde la red. De nuevo las redes. En tan sólo unas horas el vídeo de Clinton se convertía en uno de los más populares de Youtube frisando los tres millones y medio de reproducciones y 77.600 likes en Facebook. Su perfil oficial de candidatura en Twitter, @HillaryClinton, aglutina en estos momentos 3,36 millones de followers y 667.000 en el caso de Facebook. Cifras que irán evolucionando cada segundo y que probablemente hagan que este texto quede desfasado a los pocos minutos de su publicación, si es que no lo está ya.
Probablemente no serán estas las elecciones donde las redes sociales vayan a jugar un papel tan decisivo como en las presidenciales de 2008, un hito histórico en el uso del viral en las campañas electorales. La asunción de las redes sociales en las estrategias políticas está ya más que consolidada, aunque siempre hay margen para la innovación y la sorpresa.
Juan Gabriel Corral, director de Businesscomm