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La crisis del sector financiero en España ha motivado un proceso intenso y, a veces convulso, de integración o fusión de bancos y cajas de ahorro. Primero fueron las fusiones frías, los famosos SIP, que dieron lugar a la integración de varias cajas de ahorro (en algunos casos de cuatro entidades diferentes), y ahora son las fusiones/absorciones resultantes de la iniciativa del Gobierno para lograr que la crisis financiera en España convierta el viejo y amplio mapa de instituciones en uno más concentrado y también, por qué no decirlo, menos plural.
Los procesos de concentración tienen en la comunicación uno de sus pilares más decisivos para que los proyectos surgidos en un acuerdo de intenciones mercantiles facilite los motivos que lo impulsan: mejorar el negocio, ser más eficientes, aportar liquidez al sistema… La comunicación en procesos de fusión –grupo de comunicación de crisis- para ser eficaz, creíble y estimulante, exige que los emisores de las operaciones (quienes las deciden y las van a pilotar) tengan en cuenta cuatro factores clave para su futuro:
- Integración de culturas empresariales diferentes
- Modelos de gestión a veces opuestos
- Desarrollo de negocios competidores
- Ámbitos de actuación territoriales diversos y siempre singulares.
A partir de estas cuatro coordenadas en el estratégico mapa de la comunicación solo queda lo estrictamente táctico: ordenar los tiempos de las operaciones; las personas a las que afectan, y cómo les va a afectar; las instituciones (reguladores, supervisores y observadores) que forman parte del entorno financiero y administrativo actual; los analistas (expertos y mediáticos) que guían e interpretan las operaciones; y la sociedad que, como clientes o como beneficiarios, se han adherido o no a las entidades integradas y/o a la integradora.
La prioridad claramente está en el público interno de las organizaciones. Los empleados son, junto con los clientes de las entidades, el alma de su negocio. Situar en primer lugar al público interno supone entender que los procesos de comunicación siguen las grandes coordenadas de la hoja de ruta de una fusión: cultura, gestión, negocio y territorio. En definitiva: diversidad.