Un nuevo reto
Todos sabemos cómo el avance de la tecnología, acelerado también por la pandemia, ha cambiado nuestros hábitos de consumo y la relación con las marcas. Este avance ha consolidado la creación de nuevos modelos de negocio, afincados en el nuevo ecosistema digital. Algunos ejemplos paradigmáticos de este cambio se han creado recientemente en nuestro país y ya causan sensación fuera de nuestras fronteras: Wallbox, Glovo, Factorial, Heura, RedPoints o HumanITcare ya son agentes de cambio para sus respectivos sectores, y lo que es más significativo, son la parte visible de una tendencia: solo el 2021, en Cataluña, las startups levantaron una inversión récord de 1.479 millones, según datos de un informe elaborado por el Departamento de Trabajo de la Generalitat.
Para las agencias de comunicación, estas empresas suponen una nueva tipología de cliente, con características diferenciales respecto del cliente tradicional.
Comunica o muere. En los estadios iniciales del proyecto, la supervivencia de la startup depende de la comunicación. Concretamente de los pitchs a inversores que servirán para conseguir financiación. Sin embargo, la falta de recursos hace que muy pocas cuenten con una estrategia de comunicación.
Máxima rentabilidad. Para las empresas emergentes cada inversión debe tener un retorno. El producto, en ocasiones aún en desarrollo, demanda de mucho capital y no siempre hay espacio para las relaciones públicas o la estrategia de redes sociales. Sobra mencionar los intangibles como la reputación o el valor de marca.
Nativos digitales. Las startups aman su producto y en general son grandes creadoras de contenido. El hecho de que la mayoría de fundadores sean nativos digitales marca la diferencia en su estrategia en redes. De hecho, pocas externalizan esta parte de la comunicación, ya que lo entienden no solo como un canal corporativo, sino como una manera de dotar de personalidad a su proyecto, asociándolo con los valores que quieren proyectar.
El gran reto para las startups se llama comunicación
Además del mencionado desafío para conseguir fondos, las startups tienen un reto de comunicación vital para su transformación de empresa emergente a gran empresa, y este reto tiene que ver con el ecosistema.
La relación con los grupos de interés y tener una estrategia definida para cada uno de ellos va a ser determinante en el futuro del proyecto. Hablamos de organismos regulatorios, talento, inversores o medios de comunicación. Como ejemplo, la mayoría de las apariciones en medios de alcance nacional de las startups va sujeta generalmente a salidas a bolsa o rondas de financiación. Encuentran muchas dificultades para generar apariciones orgánicas fuera de este ámbito.
En este sentido, la comunicación se presenta como un partner de valor para asegurar el crecimiento interno y externo de las startups.
Interno. La captación y retención de talento es un reto común para cualquier proyecto empresarial incipiente. Las profesiones más demandadas por las startups, como programadores, analistas de datos o ingenieros informáticos, son difíciles de encontrar, más aún teniendo en cuenta que se compite con las multinacionales tecnológicas, con un poder de atracción mucho mayor. Transmitir una cultura de empresa moderna, con una misión que enamore, va a ser clave para ganar la batalla por el nuevo talento.
Externo. Los nuevos modelos de negocio que plantean las startups suelen ir acompañados de desafíos regulatorios. Glovo o Cabify son paradigmáticos en ese sentido, pero hay más. Plantear una estrategia de public affairs es básico para la buena salud de estas empresas, como lo es el desarrollo de un plan de comunicación que asegure la comprensión del proyecto por parte de la opinión pública.
Con todo, ambos agentes parecen destinados a crecer en paralelo. Por la parte que nos toca como comunicadores, las startups son una oportunidad de oro para transformar las agencias y disruptir también nuestro sector. Blockchain, metaverso, 5G. Liderar la adaptación de nuestros clientes a estas nuevas tecnologías y saber dar respuesta a sus nuevas necesidades definirá el destino de nuestro negocio. Comunicar o morir.