¿Cómo abordamos un brainstorming? 7 claves para el éxito

El brainstorming o “lluvia de ideas” es una técnica creativa que ha demostrado ser efectiva a lo largo de sus más de 70 años de historia. En el mundo de las agencias publicitarias y de comunicación prácticamente forma parte del día a día, y en el mundo empresarial ha sido utilizada para crear grandes innovaciones de producto. A pesar de llevar tantos años entre nosotros, y al contrario de lo que pueda parecer, organizar un brainsotrming requiere una planificación y una metodología para contar con más garantías de éxito. ¿Cuáles son las claves para un brainstorming productivo?

1. Definición de objetivos claros

Se trata del primer paso y el fundamental. Para conseguir que el brainstorming sea productivo el primer paso será tener claro qué queremos conseguir de la sesión. Cuanto más concreto y específico sea el objetivo mejor podremos enfocar las dinámicas para llegar a él.  ¿Se trata de un concepto creativo? ¿Buscamos acciones diferenciales? ¿Queremos darle una vuelta a un planteamiento estratégico? Y, probablemente lo más importante, ¿sabemos a quién nos dirigimos? Tener esta información clara nos ayudará a elegir a los mejores perfiles para la sesión

2. Asistencia limitada

La cantidad, importa. No existe un número de asistentes idóneo y, dependiendo del objetivo que tratemos necesitaremos una audiencia mayor o menor. No olvidemos que el objetivo del brainstorming es conseguir diversidad de opiniones. Sin embargo, por norma general, entre 5 y 10 asistentes se consideraría una audiencia adecuada, para mezclar distintos tipos de perfiles y que a su vez todos puedan participar de la forma más creativa posible.

3. Selección de un grupo heterogéneo

Entre los perfiles a seleccionar debemos de garantizar la diversidad, no siempre aportará más quién tenga mayor expertise en el área, sino que muchas veces son los que menos relacionados están con la temática quienes aportan las ideas más innovadoras y creativas. Por ello es fundamental que aseguremos incluir a perfiles que destacan por su creatividad, perfiles que conocen la temática y perfiles que la desconocen.

4. El tiempo debe ser limitado

Aunque la creatividad no entiende de fases, y en ocasiones sale la idea que necesitamos en los primeros momentos, la mayoría de las veces se necesita un rodaje para romper el hielo. Para gestionar bien esta fase y que no arrastre al resto de la sesión debemos delimitar con antelación la duración total. Entre 30 y 45 minutos es el tiempo en el que se estima que un brainstorming es productivo, de forma que cuando existe una limitación de tiempo forzamos a los asistentes a agilizar la propuesta de ideas y esto animará a los más rezagados.

5. Roles definidos

En todo brainstorming al menos existe un rol imprescindible que es el del moderador y es quien, aparte de medir la calidad creativa de las propuestas, asegura que se adecúan al objetivo de la sesión y dinamiza a los asistentes. También suele ser útil que seleccionemos a una persona concreta para apuntar las ideas. Sin embargo, podemos llevar el reparto de roles mucho más allá y establecer roles figurativos entre los asistentes, algunos de estos ejemplo podrían ser: rol del detective, rol del periodista/investigador, rol del cómico, o rol del cliente inconformista, con ello contaremos una perspectiva más amplia y asegurar la diferencia de opiniones.

6. En caso de que sea necesario, fasear

En ocasiones el objetivo del brainstorming es un gran objetivo y necesita que lo dividamos en sub-objetivos más pequeños. Un ejemplo podría ser la elaboración de un plan de explotación estratégico en el que en una primera sesión nos centraremos en elaborar un concepto que responda a un insight y en otra sesión posterior nos centremos en la realización de acciones creativas que respondan a ese concepto.

De igual forma si en el tiempo establecido no hemos obtenido la idea que buscamos lo mejor será convocar otra sesión y realizar una fase intermedia de investigación partiendo de las conclusiones preliminares que hayamos obtenido.

7. Conclusiones

Establecer conclusiones concretas y compartirlas con nuestros asistentes será el broche de oro a una lluvia de ideas eficiente y efectiva.

Bonus track: por último y no por ello menos importante, los juicios quedan prohibidos, no hay filtros.  La mejor forma de dejar la creatividad volar es garantizar que cualquier idea es válida.

Alejandra Ríos

Compártelo